martes, 17 de enero de 2017


"La Vida es un Sueño" de Pedro Calderón de la Barca 
 Enrique Flores Medina 

Inseparabilidad de texto y representación: leer el texto a verlo según el contexto que el autor le da a su obra es totalmente diferente. Es muy difícil ver la situación en la que se encontraba el personaje y la razón por la que se expresa de ese modo.
Plurimedialidad del drama: las cadenas, la falta de vestidura y el ropaje que tienen los demás personajes nos indica las condiciones en las que está el personaje que se lamenta en comparación con los demás.
Colectividad de producción y recepción: es imposible que el trabajo sea representado dos veces de la misma manera, puesto que el teatro es colectivo. La manera de representarlo por parte del autor es diferente que leerlo en voz alta.
Autosuficiencia del drama: los personajes que aparecieron primero no sabían que es lo que sentía el hombre con cadenas, sin embargo, el público sí sabe que pasa con él. Cuando presenta el monólogo sólo el público sabe que ocurrió con él, los otros personajes no.
Doble sistema de comunicación: todos los códigos funcionan al mismo tiempo. Iluminación, vestuario y decoración para crear comunicaciones o códigos simultáneos.
Diálogo dramático: el lenguaje del encadenado es más miserable que el de los otros dos personajes. Gracias a esto nos damos cuenta de las condiciones en la que ésta está en comparación a la de los otros personajes, que probablemente han teñido oportunidades y vidas mejores.
La ficción del drama y de la representación: los problemas y conflictos ficticios de los personajes, por ejemplo, el del hombre que sufre por las injusticias en los tratos que ha recibido a lo largo de su vida. Sabemos de antemano que el que habla es el personaje de una obra, no la persona que lo representa, por lo tanto el probablemente no sufre los mismos infortunios que dicho personaje, sólo los representa. 

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